Vamos a comenzar esta lección con un ejemplo:
Yo como una manzana
Una manzana es comida por mí
El significado de las dos frases es idéntico: en el primer caso el verbo
está en voz activa mientras que en el segundo está en voz pasiva.
Se utiliza la voz activa o la voz pasiva en función de lo
que queramos destacar:
a.- Si lo que
quiero destacar es que soy “yo” y no otra persona quien se come la manzana, utilizaré la voz
activa:
Yo como una manzana
b.- Si lo que
quiero destacar es que me estoy comiendo “una manzana” (y no una pera, un
plátano…), utilizaré la voz
pasiva:
Una manzana es comida por mí
Los cambios que se producen al pasar una oración en voz activa a voz pasiva son los
siguientes:
a.- Cambia el
sujeto:
Yo (sujeto) como
una manzana (complemento directo)
Una manzana (sujeto) es
comida por mí (complemento agente)
En la primera
oración (voz activa) el sujeto “yo” es quien realiza la acción (yo soy quien se
come la manzana).
En la segunda
oración (voz pasiva) el sujeto “Una manzana” no es quien realiza la acción,
sino quien recibe el efecto de la acción (¿qué es la cosa comida? La manzana).
Vemos que el
complemento directo de la oración activa “una manzana” pasa a desempeñar el
papel de sujeto en la voz pasiva.
Mientras que
el sujeto de la oración activa “yo” pasa a desempeñar el papel de “complemento
agente” en la voz pasiva: “por mi”
b.- Cambia el verbo
Yo como una manzana
Una manzana es comida por mí
Hemos señalado en rosa el verbo de cada oración. Se puede observar que en
la segunda oración (verbo en voz pasiva) el verbo está formado por dos palabras
“es comida”.
La primera de ellas “es” es el verbo auxiliar. Se trata de una forma verbal
del verbo “ser”.
La segunda de ellas “comida” es el verbo principal (participio).
Por tanto, un modo de diferenciar un verbo en voz activa
y en voz pasiva es que en este segundo caso siempre va acompañado por el verbo
auxiliar “ser”.
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